viernes, 21 de marzo de 2014

"Adoro te devote"

"Adoro te devote" es uno de los cinco himnos que Santo Tomas de Aquino compuso en honor de Jesús en el Santísimo Sacramento a solicitud del Papa Urbano IV con motivo de haber establecido por primera vez la Fiesta del Corpus Christi en 1264. El himno se encuentra en el Misal Romano como una oración de acción de gracias, si se reza  después de la Misa se concede una indulgencia parcial a los fieles que recen con devoción este himno.



Adoro te devote, latens Deitas,
Quae sub his figuris vere latitas:
Tibi se cor meum totum subiicit,
Quia te contemplans totum deficit.
Visus, tactus, gustus in te fallitur,
Sed auditu solo tuto creditur.
Credo quidquid dixit Dei Filius:
Nil hoc verbo Veritatis verius.
In cruce  latebat sola Deitas,
At hic latet simul et humanitas;
Ambo tamen credens atque confitens,
Peto quod petivit latro paenitens.
Plagas, sicut Thomas, non intueor;
Deum tamen meum te confiteor.
Fac me tibi semper magis credere,
In te spem habere, te diligere.
O memoriale mortis Domini!
Panis vivus, vitam praestans homini!
Praesta meae menti de te vivere
Et te illi semper dulce sapere.
Pie pellicane, Iesu Domine,
Me immundum munda tuo sanguine.
Cuius una stilla salvum facere
Totum mundum quit ab omni scelere.
Iesu, quem velatum nunc aspicio,
Oro fiat illud quod tam sitio;
Ut te revelata cernens facie,
Visu sim beatus tuae gloriae.
Amen


Traducción al castellano

Te adoro con fervor, Deidad oculta,
que estas bajo estas formas escondida.
A Ti mi corazón se rinde entero,
y desfallece todo si te mira.
Se engaña en Ti la vista, el tacto, el gusto;
más tu palabra engendra fe rendida;
cuando el Hijo de Dios ha dicho el Creo,
pues no hay más verdad que esta verdad divina..
En la Cruz la Deidad estaba oculta,
aquí  la Humanidad yace escondida;
y ambas cosas creyendo y confesando, 
confieso yo lo que imploraba Dimas.
No veo como vió Tomás tus llagas
más por mi Dios te aclama el alma mía:
haz Señor que siempre en Ti yo crea,
que espere en Ti, que te ame sin medida.
¡Oh memorial de la Pasión de Cristo!
¡Oh Pan vivo que al hombre das la vida!
concede que de Ti viva mi alma
y goce de tus célicas delicias.
Jesús mío, Pelícano piadoso,
con tu Sangre, mi pecho impuro limpia,
que de tal Sangre una gotita puede, 
todo el mundo salvar de su malicia.
Jesús, a quien ahora veo oculto, 
cumple Señor lo que mi pecho ansía,
que a cara descubierta contemplandote,
pueda gozar por siempre de tu clara vista.

Amén.




No hay comentarios:

Publicar un comentario